lunes, 21 de octubre de 2013

Vida de Sócrates. Antonio Tovar.

Antonio Tovar, Vida de Sócrates, Madrid, Alianza, 2007. (498 pp.)

La muerte de Sócrates. Jacques Louis David. 1787. (Fuente: Wikipedia)


En este nuevo post dedicado a la figura de Sócrates analizamos una de las mejores obras que sobre el tema se han escrito en castellano: Vida de Sócrates del filólogo español Antonio Tovar (1911-1985). Es libro que resulta ser el perfecto complemento a la obra que ya anteriormente comentamos de I. F. Stone porque parte de una gran veneración al filósofo griego acompañada de una inmensa sabiduría sobre el mundo clásico. Podemos destacar una idea de esta obra sobre el resto: la importancia de Sócrates (y nosotros debemos añadir que también su actualidad) está para Tovar en el hecho de ser un pensador «bisagra», es decir, por constituir de puente de mediación en un momento de gran transformación que nos lleva desde el mundo tradicional y religioso al mundo de la razón, al mundo moderno. La labor del filósofo griego en este momento es la de mantener un equilibrio entre cada una de las tendencias, de constituirse en virtud frente a lo que Tovar considera como dos excesos.Si, por otra parte, tuviéramos que destacar algún punto negro de la obra que ahora comentamos yo señalaría personalmente el trato injusto que Tovar dispensa a los sofistas, un trato del que el propio autor llegará a arrepentirse más adelante. Pero pasemos a comentar en detalle cada uno de los capítulos: 

jueves, 3 de octubre de 2013

El gallo de Sócrates. Leopoldo Alas (Clarín).

Gallo. Pablo Picasso (1938)
Fuente: 
www.flickr.com

Como estamos dedicando una serie de post a la figura de Sócrates, no quiero dejar pasar la ocasión para dejaros este interesante cuento de Leopoldo Alas, Clarín, titulado El gallo de Sócrates en el que el escritor español nos habla de cómo Critón trata de llevar a cabo la última voluntad de su maestro: ofrendar un gallo al dios Esculapio. La anécdota le sirve de excusa al autor de La Regenta para llevar a cabo una muy interesante reflexión acerca de los peligros del fanatismo, de la interpretación al pie de la letra que nos puede llevar a pensar, dejando a un lado a Sócrates y sus discípulos (o quizás no tanto), en los desmanes de la religión. También, y desde un punto de vista más amplio, supone una clara apuesta por el vitalismo (representado aquí por el gallo) frente al intelectualismo, de la vida frente a la distorsión que supone la ciencia y la razón entendida en términos absolutos. Pero es mejor que vosotros mismos lo juzguéis, aquí tenéis el cuento. Espero que lo disfrutéis: